Porque cuando todo falte cuando todo parezca perdido
solo dame tu mano y bailemos al son de este sonido
que nada esta perdido, porque en el mismo cielo
hay una mapa que te dice que hacer y te indica donde está el camino,
solo ándalo conmigo y no me dejes sola,
que por estar sola acabé entre tanto ruido,
entre tanta gente indiferente que no piensa con la cabeza sino con la frente
y que no saben hacerse fuertes.
Por cada golpe que me dieron aprendí una lección,
ahora estoy matriculada en ciencias de la vida con matricula de honor,
no espero a que pase el tren, aprendí a conducir mi vida
, no se donde vi la entrada, pero este túnel solo tiene una salida.
Puedes arriesgarte por lo que sientes y lo que piensas,
o puedes ser de todas esas aves rapaces solo su presa,
calcula tú que te interesa, calcula tú la apuesta que hay en la mesa,
pero el bote quien se lo lleve lo hará por sorpresa.
No quiero reglas que me digan lo que esta bien o mal,
quiero alguien que me diga que puedo ser libre, de qué soy capaz,
hasta donde puedo llegar si me lo propongo,
y que el lago de tus ojos nunca estará demasiado hondo para nadar.
Quiero empezar de nuevo cada día, sin olvidar el ayer,
pero no crecer en la monotonía, la agonía de ver
un dejavu en tus ojos, y no reconocer
que ayer esas lágrimas fueron mías.
Que más da la mejilla por la que caiga el llanto,
yo ya caí en la cuenta de cuanto necesito para ser feliz,
yo ya no se ni qué espero ni porque canto,
pero no necesito una razón para seguir aquí.
Es una meta, un camino, una razón, un destino,
el mismo hilo, aunque la corriente hunda mi fe en las aguas del nilo.
Mis sentimientos no flotan, pero saben nadar,
no quiero ser otra alma rota, pero esto no es coser y cantar.
Por cada mirada que me dedicas, cada vez que justificas una llamada perdida con un quizás.
Por cada momento hueco que me deja un disparo en el pecho, que pude hacer y no he hecho, pero la vida es corta al final.
Quiero volar alto, por si las moscas, quiero nada hondo, por si me buscas.
Quiero un escondite en el que mi corazón se esconda. Una palabra bonita, o la mirada más brusca.
Un gesto de desdicha, una palabra no dicha, una flor que se abre cuando siente que alguien la mira.
Una palabra que se esconde cuando piensa que alguien la escucha, sentir la lluvia como algo que me limpia, los ángeles también se duchan.
Y luchan, como yo lo hice y como yo lo hago.
Viviendo en un mundo en que de nada sirven los halagos.
Me disparaste a quemarropa y ahora solo quedan estragos
de aquel verano que se agota sentados en el lago.
Esperaré a la orilla de la chimenea hasta que se digne el fuego a devolverme la mecha de tus te quieros.
Que ya me acostumbré a ellos y no puedo vivir con celos
y pensar que alguien los tiene y no son míos como en febrero.
Pero no quiero más tiempo, no quiero ni un instante,
quise un futuro que se convirtió en presente.
Quise tener en mente que cada uno es lo que hace
aunque hace mucho tiempo que aprendí a desconocerte.
Y una fecha que huye de mí y del calendario,
una foto que se descolorió con el paso de los años.
Quiero una vida entre rejas porque así me sentiré libre
si algún día este maldito juez decide que ese no fue mi calibre.
Fue la fiebre la que me hizo enamorarme de estar sana.
Fue diciembre el que me hizo comprender que mi príncipe solo era una rana.
Fue el amor que saltó por la ventana. Pero como un hijo pródigo vuelve cada mañana.
Quiero tener tu cara tan cerca que no pueda enfocarla
y no saber que hacer con mi lengua cuando quieras atraparla.
Quiero que me quieras como yo lo hago y siempre lo he hecho,
quiero hechos, no palabras, quiero saber ser de provecho.
Tengo un nudo en el pecho, pero no un lazo.
Los lazos son tan fáciles de romper que solo tienes que tirar de un lado.
A ti no me unen cadenas, ni condenas ni miradas.
Yo no soy tu prisionera, pero sí que podría ser tu esclava.
Déjame ser lava en el volcán de tus pensamientos, y fluir lento e ir quemándote por dentro.
Quiero conocerte tan bien que sepa la pregunta que vas a hacerme antes de que tú mismo lo pienses.
Y sí, estoy loca, pero soy coherente.
No quiero gestos que me enseñen que no te conozco lo suficiente.
Nadie como tú puede entender cada beso, nadie como tú puede quererme a pesar de eso.
Porque no hay nadie más a quien le pueda decir te quiero si por querer no me quiero a mí si aposté mi amor en este juego.
Nadie como tú puede amarme tal y como soy, nadie como tú sería capaz de darme una razón mejor.
Nadie como tú y nadie como yo. Por eso pienso que juntos, no hacemos tan mala combinación.
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