martes, 18 de octubre de 2011

Quien sabe...

Tengo los ojos rojos, quien apuesta que es de sueño?
quien apuesta que la vida ya me ha dado demasiados fruncidos de ceño?
Voy a seguir la estela de miradas que te escrutan
nunca seré esa niña buena a la que después tachan de puta
y rectifico como todos aunque a veces no lo hago a tiempo
he hecho un viaje sin retorno a la vera del viento
he recorrido los paisajes más bellos
las ciudades más solitarias y he dormido sobre cada sueño, ahora dime que te extraña
No intentes entenderme, ni comprenderme ni saber porque digo lo que digo y porque nunca soy coherente
estoy loca, demasiado obvio, diría yo
le doy las gracias a esta sociedad, nunca se las daré a tu Dios
Me he cansado de la lírica así que te hablo en prosa. No sé porque no eres capaz de mirarme a la cara si soy preciosa. La vida no es lo que pasa mientras mueres es como escapas de lo que haces mal y como asumes quien eres. Espero que comprendas lo que digo o al menos lo intentes espero que seas mi amigo aunque seamos diferentes. Tú y yo no tenemos que ser iguales. Si lo fuéramos seguramente seríamos contrincantes.. Así que vente a mi mundo de las maravillas, donde nada es lo que parece y no se queda afónico el que chilla.. se queda afónico el que calla lo que quiere decir por miedo, o el que esconde sus errores detrás de su ego. Es tarde para ti, para mí es pronto para recapacitar y despertar y darme en la frente con la realidad. No es tarde así que no alardes de que tienes tanto aguante porque aquí solo se dice la verdad.
Soñaré cuando no pueda dormir pero nunca voy a dormir pudiendo soñar despierta, las cosas son así.
La vida no son golpes contra el suelo. Son golpes en la cara y si te sirve de consuelo, al final no sientes nada.
Ven, cuéntame tu historia, hasta hace cinco minutos eran un desconocido, o más bien escoria. No voy a mentirte, la verdad me importa más bien poco si eres rico o tienes moto, yo quiero abrirte el coco. Me encanta analizar a la gente cuando esta lloviendo: los hay que llevan paraguas y los hay que pasan corriendo. Los hay que comparten techo con los que quieren, los hay que bailan bajo la lluvia, y yo soy de esos. Me encanta ver llover detrás de la ventana como a todos, pero también me gusta mojarme y bañarme en los lagos, que se han creado en mis pupilar cuando escribía esto... aunque ni tú ni yo sepamos porque me molesto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario