A veces fallo, sabes, no soy perfecta, querías que
escribiera sobre ti y aquí están las letras, tantos detalles tantas historias y
tantos recuerdos que no quiero que acaben en la basura como muchos de ellos. Y me
preguntas que si quiero irme contigo, por supuesto, a quien no le gusta perder
la cabeza en un momento, a quien no le gusta que le digan cosas bonitas, lo
siento por las cicatrices, por si pican. Yo nunca quise hacerte daño, nunca fui
perfecta, tal vez sea una borde o una cría, pero estoy cuerda y se lo que hay
se por lo que me levanto cada día y lo que tengo que defender con dientes y
uñas todavía. Nunca he cambiado, tal vez me volví escéptica, quien sabe. Cerré mi
corazón, pero tu encontraste la llave y no quiero que me odies por esto, por
tratar de ser yo misma y no hacer caso al resto. Sabes que he confiado en ti
más que en ninguno, y mira que lo detesto, yo con mi mierda, ya lo sabes, nadie
es perfecto, pero déjame al menos darte una explicación, pedirte perdón, este
corazón roto no quiere un adiós. Y quizás no lo entiendas, ya me quité la
venda. Demasiado madura para mi edad, y no sabes lo que pesa. Quizás no me
busque la comida, pero he vivido sin amigos y me ha dado la espalda hasta mi
familia. Quizás fue un error, elegí mal las palabras, no soy yo, eres tu, me
descolocas cuando ladras, cuando me prometes libertad y una nueva vida… al
final haces que odie la mia. Y se que esto no sirve de nada, a veces quiero que
te rindas, porque creo que necesitas a alguien, y no soy yo misma. Yo ya estoy
amaestrada, domesticada y dócil, lo siento, nunca te lo he puesto fácil. Perdóname
por no responderte, no sabes el daño que hace no poder decirte que quiero
verte, no poder hablarte a la cara por miedo a perder el control, por miedo a
equivocarme y tener que decir adiós. Se que me odias y es normal, yo también lo
haría, solo soy una niñata que dice tonterías. Pero quizás no entiendas lo que
en mi provocas, es un caos cuando se juntan un loco y una loca. Joder, seguro
que te ries leyendo esto, pero es que no merezco la pena, si es que no merezco
ni un gesto. Quizá sea lo mejor, que sigas por tu lado. Lo siento por no
aceptar tu regalo. Si es que no tengo palabras, como siempre. Si es que es
hablar contigo y tengo que susurrar entre dientes. Pero es que apenas te
conozco y no se ni como hablarte… solo intenté ser yo misma, lo siento por
molestarte.
En el fondo sabes que siempre has sido mi punto débil.