He olvidado como se hacía esto
ya no escribo en verso, me he colado en un mundo demasiado perverso
no se como expresar lo que ahora pienso
quizá nos pille el tiempo
o es que el reloj vaya demasiado lento.
Silencio, como forma de vida, como salida
como escapatoria cuando sientes que estar perdida
Silencio, como terapia como medicamento
cuando las palabras no surten su efecto.
He pensado dejarlo todo, escapar lejos de esta pesadilla
donde cada día y cada segundo chillan
donde no hay momentos de calma y solo hay ruido
pero todo se acaba cuando estoy contigo
Eres mi forma de vida, eres el aire que respiro
cada bocanada en falso que parece humo por el frío
el tiempo perdido no va a dejar que le encuentres
y las discusiones no existirán si no las sientes presentes.
Ruido, demasiado escándalo en esta cuidad
donde cada persona no tiene nada que decir, pero mucho por hablar
donde cada segundo no pasa en balde
donde los recuerdos ya no son sitios donde refugiarte.
Estoy rodeada de gente que solo grita
donde un corazón tan grande me hace sentirme chiquitita
donde las palabras son solo llantos en mi cabeza
de los que no creen en si mismos y por eso rezan.
Cada disparo al corazón no dolió tanto
como cuando me dijiste que no podía ser de otra manera
la decepción de darte contra un muro duele menos
que saber que ese muro nunca ha estado ahí afuera.
Hablan sin saber, aman sin querer
odian de corazón y dañan por placer
quien decide el siguiente paso.
Acarician tu piel, te hacen estremecer
arañan sin razón, matan por poder
y al final, nadie hace caso.
Romperme el corazón no fue tu propósito, fue un obstáculo
una forma de pasar página, o de capítulo.
Las cosas siempre se ven mejor desde otro ángulo
aunque a veces verte mirar atrás sea ridículo
no escribo lo que me pasa, escribo lo que se me pasa por la cabeza
aunque a veces la realidad no sea mejor
jamás verás a nadie llorar con tanta entereza
que el que aprendió a llorar de corazón
y con razón escribo esto, porque me comporté como una cobarde
echándole la culpa al miedo porque siempre llegaba tarde
sin darme cuenta de cada segundo que perdía
de cada mirada vacía que desperdiciamos en balde
nadie señala a nadie, no merece la pena acusar
la gente se ha vuelto demasiado egoísta para mirar
a su alrededor y ver que ya nadie vive por placer
nadie cree merecer lo que tiene, sea bueno o no esta vez.
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