miércoles, 21 de noviembre de 2012

Citizen of your nightmares

"Lo que no te mata te hace... diferente." El Joker

No necesito que me autorices ni analices mi vida
desde las raíces y trepando por mis ruinas.
La vida nos da lecciones porque somos aprendices,
amantes de deslices, de matices y mentiras. 

Creo en tu mirada más que en lo que dices o callas.
A pesar de los ojos empapados, no tiro la toalla.
Si el fin en esta vida es ser felices aprende de tus cicatrices.
Hay lecciones que no se aprenden hasta que el corazón estalla.


La belleza de cada detalle, el silencio de lo que callé,
el murmullo de la calle, las explicaciones que te negué.
Salidas de emergencia a los cristales de tus ojos.
Sentir la urgencia al ver mi corazón en números rojos.
El deseo de una lluvia de verano,
la impotencia de la caída de un hermano.
Tú solo agarra mi mano,
aférrate a lo bueno y olvida lo malo.
Si tú sufres yo sufro también,
por empatía, por amor, a veces no los distingo bien.
La pregunta puede que no sea qué, sino quién.
La respuesta puede que esté en tu corazón y no en tu sien.
Recuerdos del abrazo que nunca me diste.
Promesas que nunca cumpliste.
Hoy todo me suena a chiste. 
Dime por qué me perdiste, 
porque no puedes admitir que nunca fuimos, solo fuiste. 
Al final nada salió como dijiste.
Píntate los ojos, la cara, los labios, las uñas y el pelo, 
pero tu vida no saldrá del blanco y negro. 
Viviendo en una eterna escala de grises,
con sus sombras y matices,
sus disfraces y sus finales sin perdices.
Viendo como el tren se marcha y no puedo reaccionar.
Me sentaré en el andén a verlo marchar.
A estas alturas solo me importa una cosa, el paracaídas.
No he llegado hasta aquí para acabar con un acto suicida.
No me mires de ese modo, no me observes, no me midas.
No calcules mis movimientos, no pienso vivir a tu medida.

No necesito que me autorices ni analices mi vida
desde las raíces y trepando por mis ruinas.
La vida nos da lecciones porque somos aprendices,
amantes de deslices, de matices y mentiras. 

Creo en tu mirada más que en lo que dices o callas.
A pesar de los ojos empapados, no tiro la toalla.
Si el fin en esta vida es ser felices aprende de tus cicatrices.
Hay lecciones que no se aprenden hasta que el corazón estalla.


Sigo siendo yo desde que empecé con esto,
doce años honestos escribiendo textos y rellenando cuadernos.
Y todavía me da vergüenza admitir que esta mierda es mía,
y que sí, escribía cuando no dormía.
Quisiera vivir a lápiz para poder borrar mis errores,
corregir aquellas elecciones que pudieron ser mejores.
Aquellos fallos que se convirtieron en lastres.
Aquellas relaciones predestinadas al desastre.
Tú tan sastre de sonrisas, yo tan Joker de la vida.
Tú cosiendo, yo rajando.
Nunca encajaremos en la misma partida.
Tú tan perfeccionista y yo tan aleatorio.
Tú tan boda, yo tan velatorio.
Tú y tus decisiones, yo y un millón de cicatrices
Tú con tus maestros, yo y mis aprendices.
Quieres que te cuente lo que siento y lo que pienso,
pero si fuera sincera para echar a correr te faltaría tiempo.
No soy aquello que buscabas para no dormir,
pero tienes que aprender a vivir sin mí.
Jamás me perdiste porque nunca fui de tu propiedad.
Simplemente compartía mi tiempo contigo porque me veía capaz
de aceptarte a ti como me acepté a mí misma,
de verte reflejado en mí, como la luz de un prisma.
Deja de preocuparte por mí, no importa.
Cuando la muerte venga da igual lo que pase, la vida habrá sido corta.
No te preocupes por esta idiota,
si sus palabras no lo hicieron, tu cuchillo no seccionará mi arteria ahorta.
Loca, como siempre, y más que nunca, lo confieso.
Yo soy a la locura lo que un hueso al sabueso.
No intentes comprenderme, es el error más común,
pensar que tengo sentido común y que puedes entenderme.
 Nunca debiste quererme, no me merecía flores,
pero he de admitir que me merezco enemigos peores.
No llores por errores que ya nadie puede cambiar,
tú sigue mirando al cielo, aunque ya pasó nuestra estrella fugaz.
Y sí, rehice mi vida, te jode y no lo asimilas.
Te duele saber que estoy mejor ahora de lo que lo estuve en la vida.
Tú jamás entenderás como de la noche a la mañana me fui.
Pero yo tampoco entiendo por qué sigues ahí.
Dicen que intentas comprenderme, que quieres ayudarme.
Jamás serás la mano que agarre al caerme.
Dicen que no debo confiar en ti y que no me fie de tus palabras,
que eres como un perro, o muerdes o ladras.
Me trabajé la tierra del País de las Maravillas con esmero,
esperando que llegue el 1 de enero.
Esperando empezar de nuevo, empezar de cero.
Labré la tierra desde las raíces, con todos sus matices, pero aún espero.
 Y nada ocurre, el trabajo no obtiene recompensa.
Me dejé la espalda, el corazón y las manos, bajo la solana intensa.
Nada. Nada. Que el que nada no se ahoga.
Y no sé por qué a las  locas nos gustan tan poco las sogas…

No necesito que me autorices ni analices mi vida
desde las raíces y trepando por mis ruinas.
La vida nos da lecciones porque somos aprendices,
amantes de deslices, de matices y mentiras. 

Creo en tu mirada más que en lo que dices o callas.
A pesar de los ojos empapados, no tiro la toalla.
Si el fin en esta vida es ser felices aprende de tus cicatrices.
Hay lecciones que no se aprenden hasta que el corazón estalla.


"Si vas a hacer una montaña de cadáveres al menos hazlo de manera que llegues al cielo" Trono de Sangre.

"¡1000 puntos!¡Es para morirse de risa! ¡Volvemos a casa con el carro blindado, hemos ganado!" La vida es bella.


"Odio como me hablas y también tu aspecto. No soporto que lleves mi coche ni que me mires así. aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento. Me repugna tanto lo que siento que hasta me sale la rima. Odio que me mientas y que tengas razón. Odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado, pero sobretodo odio no poder odiarte porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto." Diez razones para odiarte.

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