jueves, 13 de diciembre de 2012

No lo siento.


Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. Y no. No lo siento.

No puedo ser yo misma, basta ya
Las batallas ya no tienen gracias,
Las risas nunca fueron tan amargas.
¿Quieres guerra? Antes tendrá que reinar la paz.
Pensé que eras mi Batman, pero solo eres un ave rapaz.
Venga ya,
me pides que me calle con una sonrisa
 y me echas con prisa porque no quieres hablar.
No siempre voy a estar aquí, quizás ni debería estarlo.
No quiero pasar de página o de libro, quiero quemarlo.
Estallar en mil pedazos lo que siento por dentro,
los sentimientos que no deberían salir a la luz.
¿Tienes miedo? Bienvenido a mi cruz.
No pienso dejar que me robes la juventud.
Yo me beberé una copa a tu salud cuando estés en el ataúd.
Solo me utilizas para lo que quieres, pero me tienes cuando te apetece.
Juegas con mis sueños como Krueguer en un Martes y trece.
No me entiendes, no me miras,
solo me hablabas cuando veías que me iba,
que me perdías, que tu juguete se rompía.

Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. Y no. No lo siento.

Hay cosas que no deberías hacer mientras creces.
Una es intentar romperme el corazón, nada se rompe dos veces
Recuerda mis palabras: Nunca seré tuya.
El que la sigue la consigue, pero tú has conseguido que huya.
Sentirme impotente por no poder controlar los latidos,
 aunque estés lejos, con una palabra sé que tú has sido.
Siempre fuiste el culpable, el cabrón y el hijo puta.
Pero además parece que lo disfrutas.
Que quieres que te diga, me cansé de ser tu mono de feria,
cuando manipulas a una loca, asumes la histeria.
Aunque, si te digo la verdad, disfruto con esto.
Me encanta ver lo manipulables que son hoy en día los cerdos.
Por tu culpa, por tus palabras bonitas,
 por hacerme gritar de rabia y hacer que me derrita.
 Porque odio que me mires mientras te pierdo de vista,
y que examines mi cara para encontrar alguna pista.
No fui la primera, ¿verdad?
Pero si seré la primera que se te resista.

Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. Y no. No lo siento.
Un beso en la comisura de los labios, ¿qué pretendes?
¿Qué me enamore? ¿Qué te llore? ¿Qué estemos juntos para siempre?
Tonterías, tú solo querías follar con una cría
y te daba igual si yo era la víctima o la policía.
Quien lo diría,
pasaste de ser un modelo a seguir a un capullo a evitar.
Pasaste de ser mono a ser un animal.
Pretendes que sea sincera y que te cuente mis penas.
Mira.
Antes que confiar en ti, con este folio me rajo las venas.
Cuántos años me sacas, ¿20?
Cualquiera lo diría,
he visto niños más maduros a los que todavía no les han salido los dientes.
Chico, tú no aprendes.
Con cuántas lo habrás intentado.
No pienso convertirme en tu legado.
Me apoyé en ti por confianza,
me metiste mano por desesperanza.
Mírate al espejo y dime qué es lo que ves.
Yo solo veo a un niño con la cabeza en los pies.

Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. 
Y no. 
No lo siento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario