jueves, 13 de diciembre de 2012

No lo siento.


Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. Y no. No lo siento.

No puedo ser yo misma, basta ya
Las batallas ya no tienen gracias,
Las risas nunca fueron tan amargas.
¿Quieres guerra? Antes tendrá que reinar la paz.
Pensé que eras mi Batman, pero solo eres un ave rapaz.
Venga ya,
me pides que me calle con una sonrisa
 y me echas con prisa porque no quieres hablar.
No siempre voy a estar aquí, quizás ni debería estarlo.
No quiero pasar de página o de libro, quiero quemarlo.
Estallar en mil pedazos lo que siento por dentro,
los sentimientos que no deberían salir a la luz.
¿Tienes miedo? Bienvenido a mi cruz.
No pienso dejar que me robes la juventud.
Yo me beberé una copa a tu salud cuando estés en el ataúd.
Solo me utilizas para lo que quieres, pero me tienes cuando te apetece.
Juegas con mis sueños como Krueguer en un Martes y trece.
No me entiendes, no me miras,
solo me hablabas cuando veías que me iba,
que me perdías, que tu juguete se rompía.

Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. Y no. No lo siento.

Hay cosas que no deberías hacer mientras creces.
Una es intentar romperme el corazón, nada se rompe dos veces
Recuerda mis palabras: Nunca seré tuya.
El que la sigue la consigue, pero tú has conseguido que huya.
Sentirme impotente por no poder controlar los latidos,
 aunque estés lejos, con una palabra sé que tú has sido.
Siempre fuiste el culpable, el cabrón y el hijo puta.
Pero además parece que lo disfrutas.
Que quieres que te diga, me cansé de ser tu mono de feria,
cuando manipulas a una loca, asumes la histeria.
Aunque, si te digo la verdad, disfruto con esto.
Me encanta ver lo manipulables que son hoy en día los cerdos.
Por tu culpa, por tus palabras bonitas,
 por hacerme gritar de rabia y hacer que me derrita.
 Porque odio que me mires mientras te pierdo de vista,
y que examines mi cara para encontrar alguna pista.
No fui la primera, ¿verdad?
Pero si seré la primera que se te resista.

Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. Y no. No lo siento.
Un beso en la comisura de los labios, ¿qué pretendes?
¿Qué me enamore? ¿Qué te llore? ¿Qué estemos juntos para siempre?
Tonterías, tú solo querías follar con una cría
y te daba igual si yo era la víctima o la policía.
Quien lo diría,
pasaste de ser un modelo a seguir a un capullo a evitar.
Pasaste de ser mono a ser un animal.
Pretendes que sea sincera y que te cuente mis penas.
Mira.
Antes que confiar en ti, con este folio me rajo las venas.
Cuántos años me sacas, ¿20?
Cualquiera lo diría,
he visto niños más maduros a los que todavía no les han salido los dientes.
Chico, tú no aprendes.
Con cuántas lo habrás intentado.
No pienso convertirme en tu legado.
Me apoyé en ti por confianza,
me metiste mano por desesperanza.
Mírate al espejo y dime qué es lo que ves.
Yo solo veo a un niño con la cabeza en los pies.

Los cerdos como tu a la pocilga de cabeza. Me dejaste con la duda tanto tiempo que maduró en certeza.
Hay tíos que merecen una oportunidad y tiempo. Yo soy más de matarte a escarmientos. 
Y no. 
No lo siento.

martes, 11 de diciembre de 2012

Naces. Luego te haces.


Recuerdo estar sentada en el parque, sin ver la vida pasar, 
ligera de equipaje y con mucho por andar. 
Recuerdo que tenía libros en mi estantería, 
cuentos que me hacían volar cada vez que los leía. 
Recuerdo tener peluches con los que jugaba, 
a los que cuidaba y a los que dormía abrazada. 
Recuerdo ser feliz. 
Recuerdo que era perfecto. 
Recuerdo ser así. 
Pero ahora todo eso parece un recuerdo. 
¿He muerto?

Al final siempre volvemos al principio, harta de las rimas me pasé a los ripios.
No soy esa niña buena que quería hacer las paces. Naces, luego te haces.


A veces creo que empecé a ser yo cuando dejé de ser cualquiera, 
cuando te dije que no aunque doliera, y fui la primera. 
Miro atrás y no veo un camino, siento que alguien me ha dejado aquí, 
o he caído del cielo, aunque parezca un mito. 
No recuerdo haber llegado a este lugar, siento lágrimas brotar, 
porque solo soy una niña que intentó escapar. 
Pero los días se fueron haciendo más complicados. 
Y a pesar de verme sufrir, tú parecías encantado. 
¿Te he contado alguna vez mi historia?
 No quiero aburrirte. 
No quiero servirte para cinco minutos y un “Tengo que irme”. 
No soy la chica inocente que conociste. 
Ahora he crecido, ahora ves lo que te perdiste.
Maduré a base de ostias y empujones, 
de ignorantes y cabrones, 
no de príncipes y dragones. 
Aunque debo admitir que hubo más de una bruja. 
Pero tú sigue a lo tuyo, sigue viviendo en tu burbuja.  

Al final siempre volvemos al principio, harta de las rimas me pasé a los ripios.
No soy esa niña buena que quería hacer las paces. Naces, luego te haces.


Desde de los doce haciendo esto, escribiendo en el papel, 
historias del ayer, que si lo escribo no protesto. 
Aunque las cicatrices duelan, si soy honesta, sé que te duelen más a ti. 
Eso no me hace sentir bien, pero tampoco mal. Es solo un matiz.
Me llamasteis puta por defender lo que siento. 
Me llamasteis estúpida por creer en algo. 
Me tachasteis de loca por decir lo que pienso. 
Se ve que me tenéis envidia, será porque valgo.
La vida a hidalgo, los sueños a cuestas, 
me jugué la sonrisa a una carrera de galgos, sin saber de que iban las apuestas. 
Siempre fui impulsiva, pero tranquilo. 
Nadie te hará daño mientras estés conmigo. 
Estrés conmigo, que tranquilidad fuera hay de sobra. 
Seguís diciendo que la vida es puta, pero las putas cobran. 
Aprendí todo lo que sé de mis libros, de mi padre, 
de las ostias que me di contra el parqué. 
Tropecé con la misma piedra hasta cansarme, 
por eso ahora de los golpes no recuerdo ni el por qué.
Defenderme de vosotros atacando.
Eso es lo que me gusta, eso es en lo que soy buena, arañando. 
Rascando entre vuestras corazas hasta encontrar un hueco por el que adentrarme, 
y hundir mis dedos en vuestros defectos hasta que salga sangre. 
Esto es o que pasa si a una niña buena 
le jodes la vida, le llamas de todo y le haces daño, que al final se rebela. 
Dios, me dais pena. 
¿Y os consideráis amigas? 
Consideraos artistas del engaño, porque por un día me creí vuestras mentiras. 
Pero que más da, ¿no? 
Yo no me arrepiento de haberme alejado dándoos una coz.

Al final siempre volvemos al principio, harta de las rimas me pasé a los ripios.
No soy esa niña buena que quería hacer las paces. Naces, luego te haces.

Juramientos. (Borrador)


Deberíamos dejar de preocuparnos por el tiempo y su tic tac, 
por el mundo y su Big Bang, por la mente o el cuerpo. 
Dejar de mirar atrás, parar de suspirar 
pensando que una vez fuimos perfectos. 
Deja que te diga lo que pienso, lo que escribo, lo que narro y lo que vivo, 
lo que en sueños me persigue y las pesadillas que me siguen… cuando no estoy dormido, 
por los sueños de madrugada, mis lágrimas almacenadas en la almohada y lo nunca fuimos.
Deja que coja aliento, que respire en este cemento que no para de asfixiarme por dentro. 
A veces solo siento que las sonrisas van por dentro 
y que cualquiera que lo niegue es que nunca ha tratado de llorar sin ser descubierto.
Nuestras partidas de ajedrez, nuestro mundo dando vueltas, 
ya no se si nos falta un tornillo o una tuerca. 
La gente ya no es solo ignorante, la gente es terca. 
Dispárame si quieres, pero nunca acertarás, porque nunca estás cerca.
Dando la vuelta a los problemas como si fueran monedas, 
apostarte la vida a cara o cruz es lo que te queda. 
Nunca me niegues que vivir cuesta. 
Cada día un peldaño más en esta escalera, y ya apesta.
Que te apuestas a que puedo ganarte cerrando los ojos. 
Las cosas complicadas dejaron de ser cerrojos 
cuando dejé de matar moscas a cañonazos. 
No es agradable ver mi mente echa pedazos.
Nada que decir, nada que hacer, 
nada por apostar, todo está por ver, déjame creer 
que algún día estarás tras esa puerta, 
esperando que te grite desde dentro que está abierta. 
Aparentemente miente pero no seas inocente: 
una sonrisa se ve en los ojos, no es los dientes.
Puedes ser un Joker con los labios, pero no con el corazón. 
Aquí nadie sonríe sin razón, o se arrepiente.
Cometimos errores, 
pero creo que el mayor de mis aciertos es saber que pudieron ser peores. 
No empeores situaciones con perdones que no sientes. 
No demores esperas que las penas a penas ya sienten. 
Sé consciente o mantente consciente, 
que la conciencia es la ciencia de aquellos que se arrepienten. 
No me dejes con la palabra en la boca, ni la miel en los labios. 
Ni con falsas sonrisas que al final solo hacen daño. 
Me trataste como basura, y quizá tuvieras razón. 
Me sentía una mierda, pero te dejé y ya me siento mejor. 
Me diste la espalda y eras quien la guardaba antaño, 
no me digas que no sé lo que es el daño. 
Llevo años llorando a solas por las noches, 
cuando ni mi sombra es testigo del derroche
de las lágrimas perdidas y los náufragos hundidos 
en tu mar de mentiras, entre sábanas de amores no correspondidos. 
No finjas que me dejaste marchar, 
porque ambos sabemos que me fui sin avisar.
Miénteme a los ojos si te atreves, 
si eres capaz de seguir firme viéndome llorar entre luces de burdeles. 
Acabé siendo como nadie esperaba, 
respondiendo a preguntas que nadie formulaba. 
¿Loca?
 Lo confieso. 
Estoy loca por un beso, majareta, pierdo la cabeza por volver a sentir eso. 
Tú no me dejaste fría, estaba muerta. 
No me mires así, que mi cuerpo no está en oferta. 
Esperaste a que salieran gusanos de mi cabeza, 
pero salieron mariposas que frente a tu inmadurez ya bostezan. 
Harta me tenías de tener que ser la buena, 
de parar cada pelea poniendo mis principios en cuarentena. 
Quizá fue la esencia de mi musa en potencia 
lo que hace que hoy tus cadenas cedan ante mi demencia.
No me preguntes por qué hago esto, 
por que escribo textos, 
porque no estoy serena y me conformo con mi mundo perfecto. 
No me fabriqué unas alas para estar anclada a un suelo de cemento, 
los mejores consejos los guardo aquí dentro.
La vida es efímera: no dejes nada al azar, nada para mañana. 
Nada en manos de la persona equivocada.
No juzgues por prejuicios, no mires con los ojos, sigue tus instintos 
y verás que el mundo es distinto. 
Dejé de creer en las personas cuando me demostraron 
que, como los animales, fueron amaestrados. 
Tras unas normas, uniformes, reglas y porqués. 
Dejamos de ser libres desde que somos bebés.
Mírame a los ojos y dime que te arrepientes, 
abre la boca y deja de hablarme entre dientes. 
Nadie dijo que fuera fácil amarte, 
solo esperaba no ser solo la siguiente. 
Otra en tu lista de conquistas. 
Te dejé mi corazón sangrando en el suelo, como pista. 
Aun así te despistas y piensas que hay cien tías mejores. 
Pero ninguna que sienta como yo sentí, y lloré.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Citizen of your nightmares

"Lo que no te mata te hace... diferente." El Joker

No necesito que me autorices ni analices mi vida
desde las raíces y trepando por mis ruinas.
La vida nos da lecciones porque somos aprendices,
amantes de deslices, de matices y mentiras. 

Creo en tu mirada más que en lo que dices o callas.
A pesar de los ojos empapados, no tiro la toalla.
Si el fin en esta vida es ser felices aprende de tus cicatrices.
Hay lecciones que no se aprenden hasta que el corazón estalla.


La belleza de cada detalle, el silencio de lo que callé,
el murmullo de la calle, las explicaciones que te negué.
Salidas de emergencia a los cristales de tus ojos.
Sentir la urgencia al ver mi corazón en números rojos.
El deseo de una lluvia de verano,
la impotencia de la caída de un hermano.
Tú solo agarra mi mano,
aférrate a lo bueno y olvida lo malo.
Si tú sufres yo sufro también,
por empatía, por amor, a veces no los distingo bien.
La pregunta puede que no sea qué, sino quién.
La respuesta puede que esté en tu corazón y no en tu sien.
Recuerdos del abrazo que nunca me diste.
Promesas que nunca cumpliste.
Hoy todo me suena a chiste. 
Dime por qué me perdiste, 
porque no puedes admitir que nunca fuimos, solo fuiste. 
Al final nada salió como dijiste.
Píntate los ojos, la cara, los labios, las uñas y el pelo, 
pero tu vida no saldrá del blanco y negro. 
Viviendo en una eterna escala de grises,
con sus sombras y matices,
sus disfraces y sus finales sin perdices.
Viendo como el tren se marcha y no puedo reaccionar.
Me sentaré en el andén a verlo marchar.
A estas alturas solo me importa una cosa, el paracaídas.
No he llegado hasta aquí para acabar con un acto suicida.
No me mires de ese modo, no me observes, no me midas.
No calcules mis movimientos, no pienso vivir a tu medida.

No necesito que me autorices ni analices mi vida
desde las raíces y trepando por mis ruinas.
La vida nos da lecciones porque somos aprendices,
amantes de deslices, de matices y mentiras. 

Creo en tu mirada más que en lo que dices o callas.
A pesar de los ojos empapados, no tiro la toalla.
Si el fin en esta vida es ser felices aprende de tus cicatrices.
Hay lecciones que no se aprenden hasta que el corazón estalla.


Sigo siendo yo desde que empecé con esto,
doce años honestos escribiendo textos y rellenando cuadernos.
Y todavía me da vergüenza admitir que esta mierda es mía,
y que sí, escribía cuando no dormía.
Quisiera vivir a lápiz para poder borrar mis errores,
corregir aquellas elecciones que pudieron ser mejores.
Aquellos fallos que se convirtieron en lastres.
Aquellas relaciones predestinadas al desastre.
Tú tan sastre de sonrisas, yo tan Joker de la vida.
Tú cosiendo, yo rajando.
Nunca encajaremos en la misma partida.
Tú tan perfeccionista y yo tan aleatorio.
Tú tan boda, yo tan velatorio.
Tú y tus decisiones, yo y un millón de cicatrices
Tú con tus maestros, yo y mis aprendices.
Quieres que te cuente lo que siento y lo que pienso,
pero si fuera sincera para echar a correr te faltaría tiempo.
No soy aquello que buscabas para no dormir,
pero tienes que aprender a vivir sin mí.
Jamás me perdiste porque nunca fui de tu propiedad.
Simplemente compartía mi tiempo contigo porque me veía capaz
de aceptarte a ti como me acepté a mí misma,
de verte reflejado en mí, como la luz de un prisma.
Deja de preocuparte por mí, no importa.
Cuando la muerte venga da igual lo que pase, la vida habrá sido corta.
No te preocupes por esta idiota,
si sus palabras no lo hicieron, tu cuchillo no seccionará mi arteria ahorta.
Loca, como siempre, y más que nunca, lo confieso.
Yo soy a la locura lo que un hueso al sabueso.
No intentes comprenderme, es el error más común,
pensar que tengo sentido común y que puedes entenderme.
 Nunca debiste quererme, no me merecía flores,
pero he de admitir que me merezco enemigos peores.
No llores por errores que ya nadie puede cambiar,
tú sigue mirando al cielo, aunque ya pasó nuestra estrella fugaz.
Y sí, rehice mi vida, te jode y no lo asimilas.
Te duele saber que estoy mejor ahora de lo que lo estuve en la vida.
Tú jamás entenderás como de la noche a la mañana me fui.
Pero yo tampoco entiendo por qué sigues ahí.
Dicen que intentas comprenderme, que quieres ayudarme.
Jamás serás la mano que agarre al caerme.
Dicen que no debo confiar en ti y que no me fie de tus palabras,
que eres como un perro, o muerdes o ladras.
Me trabajé la tierra del País de las Maravillas con esmero,
esperando que llegue el 1 de enero.
Esperando empezar de nuevo, empezar de cero.
Labré la tierra desde las raíces, con todos sus matices, pero aún espero.
 Y nada ocurre, el trabajo no obtiene recompensa.
Me dejé la espalda, el corazón y las manos, bajo la solana intensa.
Nada. Nada. Que el que nada no se ahoga.
Y no sé por qué a las  locas nos gustan tan poco las sogas…

No necesito que me autorices ni analices mi vida
desde las raíces y trepando por mis ruinas.
La vida nos da lecciones porque somos aprendices,
amantes de deslices, de matices y mentiras. 

Creo en tu mirada más que en lo que dices o callas.
A pesar de los ojos empapados, no tiro la toalla.
Si el fin en esta vida es ser felices aprende de tus cicatrices.
Hay lecciones que no se aprenden hasta que el corazón estalla.


"Si vas a hacer una montaña de cadáveres al menos hazlo de manera que llegues al cielo" Trono de Sangre.

"¡1000 puntos!¡Es para morirse de risa! ¡Volvemos a casa con el carro blindado, hemos ganado!" La vida es bella.


"Odio como me hablas y también tu aspecto. No soporto que lleves mi coche ni que me mires así. aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento. Me repugna tanto lo que siento que hasta me sale la rima. Odio que me mientas y que tengas razón. Odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado, pero sobretodo odio no poder odiarte porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto." Diez razones para odiarte.

martes, 20 de noviembre de 2012

Tengo que irme.


Sigo  firme, como cada vez que me negué a rendirme. Como cuando no lloré al decirte: 
“Tengo que irme”. 
Y sigo en pie, nunca quise caer. Jamás aprenderé a ganar porque nunca supe perder.

Quisiste comprarme con palabras vacías, gestos secos.
El eco de lo que algún día pudo ser poesía.
Te equivocaste de estrategia, ya no soy esa cría
que no se decidía entre la bolsa y la vida.
¿Qué quieres oír? ¿Qué duele? Por supuesto que duele.
Una herida nunca deja de sangrar hasta que el individuo muere.
No soy pesimista, soy realista con razones.
Ya que me enamoré de la otra cara del As de corazones.
Siempre es un placer servirte de cubo de basura.
Cuanta más mierda echas, más me doy cuenta de que lo tuyo no tiene cura.
Jugamos con fuego y acabamos quemados.
Fue tu mechero, así que me considero tu legado.
Soy lo que fui más lo que quiero ser.
Eres parte de mí, pero no me defines tanto como crees.
Formas parte de mi pasado y mi memoria,
pero encontré la forma de huir, mi escapatoria.
Siempre es un placer oír tu versión de la historia.
La gente siempre te demuestra que puede ser escoria.
Ni morir por mí ni vivir conmigo. Algo falla.
Sé que algo no va bien, pero no tiro la toalla.
Me demostraste que un gusano podía convertirse en mariposa.
Pero que no cualquier capullo merece ser tratado como una rosa.
Te diré los motivos que tuve cuando te lo merezcas.
Sé que apuntaste al corazón, y créeme, pasó cerca.
Nunca quise hacerte daño, siempre quise tenerte a mi lado,
pero llegó el día en que todo se fue a la mierda.
Buscas culpables y yo harta de buscar excusas
te dije la verdad y me trataste como a un extraño.
Ya no seré tu pareja en el baile, nunca fui una ilusa
solo quise ser feliz, nunca hacerte daño.
No arriesgamos, nos rendimos, no hacemos nada. Sociedad vegetal.
Nos quejamos de jaulas de cristal, pero así vivimos.
Siendo testigos de un crimen contra nuestra propia libertad
que no es más que la ilusión de lo que nunca fuimos.
Buscamos salidas en esta pecera, hay muchos peces en el mar,
pero a la mitad los servirán como cena.
Aprendí a nadar a base de ahogarme una y otra vez.
Nadie me secó jamás las lágrimas que por ti lloré.
Los días de lluvia, los amaneceres de niebla,
la luna y su media sonrisa de burla, el sol que nunca calienta cuando tiemblas.
Ojalá el frío que siento no fuera por dentro.
No puedo calentar un corazón hecho astillas de tanto tocar madera. 
Tú y tu manía de romperme los esquemas y desarmarme con dos palabras que ni siquiera sé si son sinceras.
Tú y tus poemas escritos a la luz de una vela que alumbra cuando callas, ya que cuando hablas tu aliento hace que se mueva.
Yo y mis metáforas, tú y tus ideales,
yo y mis principios, tú y tus finales.
Tú tan buenos días y yo tan buenas noches.
Tú el egoísmo y yo el derroche.
O sudas de mí, o por mí o conmigo.
Tengo más en común con mis enemigos que con mis propios amigos.
Quizá tengas razón y esto solo sea un sueño,
pero mientras me despierto viviré como si fuera a acabar muerto.

Sigo  firme, como cada vez que me negué a rendirme. Como cuando no lloré al decirte: 
“Tengo que irme”. 
Y sigo en pie, nunca quise caer. Jamás aprenderé a ganar porque nunca supe perder.

Se acabaron las estrofas y los versos en flor.
Voy a clavar en el pecho de cada capullo una clave de sol.
Me criticaste por seguir a mi corazón antes que a mi cabeza.
Por preferir un futuro mejor a una vida limando asperezas.  
Tú reza a tu Dios, pero pregúntate mientras lloras
por qué sigues solo y ¿dónde está tu Dios ahora?
Sigue con la rutina de mojarte la retina
con verdades que son mentiras y amigas que son unas cretinas.
Sigue en tus trece, que así el orgullo se crece
y nada  importa con quien tropieces, la vida es “Pisa siempre, y dos veces si se lo merece”.
Un invierno frío con sus labios cortados,
un otoño amargo, quemaduras en verano.
Demasiados capullos haciéndose pasar por flores.
Cada año espero que esta estampa mejore.
Sé que quizás di demasiado para no recibir nada a cambio
Sois la razón de que soñar me de cansancio
Siempre fui amante de las causas perdidas
A las heridas en vez de echar alcohol, les eché saliva, y así van.
Cada día con peor aspecto, y no cicatrizan,
quizá por el miedo a olvidar lo que significan
Tal vez algún día mire atrás y sonría,
Por ahora si giro la cabeza, sé que estoy perdida.
Recordar épocas felices: la infancia y sus deslices.
Soy demasiado mala actriz para todo lo que he tenido que actuar.
No te esclavices de las sonrisas y sus matices.
Nunca sale nada bueno de unos ojos que no saben llorar.
Mirada al frente, vista alta, hombros erguidos, adiós a la cabeza gacha.
Y a campar por la vida a mis anchas.
No seré la niña buena que idolatraba a falsos dioses,
sino la que te susurra la verdad  a voces.
Si esperabas un minuto de silencio, puedes esperar sentada.
Nunca salió nada bueno de una mujer callada.
Te abriste paso hasta mi corazón como un cuchillo,
llegaste más adentro que nadie, por eso chillo.
Me calaste hasta los huesos, me amordazaste entre tus besos,
me robaste mis versos, mi musa y mis recuerdos. 
Se podría decir que sufro el síndrome de Estocolmo.
Tú atándome a tu cama y yo gritando socorro.
Me decías que me querías y hoy ya no te reconozco ni a un palmo.
Y encima fue mi culpa, ¿no? Esto es el colmo.

Sigo  firme, como cada vez que me negué a rendirme. Como cuando no lloré al decirte: 
“Tengo que irme”. 
Y sigo en pie, nunca quise caer. Jamás aprenderé a ganar porque nunca supe perder.

Me voy.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Silencio como terapia.

He olvidado como se hacía esto
ya no escribo en verso, me he colado en un mundo demasiado perverso
no se como expresar lo que ahora pienso
quizá nos pille el tiempo
o es que el reloj vaya demasiado lento.
Silencio, como forma de vida, como salida
como escapatoria cuando sientes que estar perdida
Silencio, como terapia como medicamento
cuando las palabras no surten su efecto.
He pensado dejarlo todo, escapar lejos de esta pesadilla
donde cada día y cada segundo chillan
donde no hay momentos de calma y solo hay ruido
pero todo se acaba cuando estoy contigo
Eres mi forma de vida, eres el aire que respiro
cada bocanada en falso que parece humo por el frío
el tiempo perdido no va a dejar que le encuentres
y las discusiones no existirán si no las sientes presentes.
Ruido, demasiado escándalo en esta cuidad
donde cada persona no tiene nada que decir, pero mucho por hablar
donde cada segundo no pasa en balde
donde los recuerdos ya no son sitios donde refugiarte.
Estoy rodeada de gente que solo grita
donde un corazón tan grande me hace sentirme chiquitita
donde las palabras son solo llantos en mi cabeza
de los que no creen en si mismos y por eso rezan.
Cada disparo al corazón no dolió tanto
como cuando me dijiste que no podía ser de otra manera
la decepción de darte contra un muro duele menos
que saber que ese muro nunca ha estado ahí afuera.

Hablan sin saber, aman sin querer
odian de corazón y dañan por placer
quien decide el siguiente paso.
Acarician tu piel, te hacen estremecer
arañan sin razón, matan por poder
y al final, nadie hace caso.
Romperme el corazón no fue tu propósito, fue un obstáculo
una forma de pasar página, o de capítulo.
Las cosas siempre se ven mejor desde otro ángulo
aunque a veces verte mirar atrás sea ridículo
no escribo lo que me pasa, escribo lo que se me pasa por la cabeza
aunque a veces la realidad no sea mejor
jamás verás a nadie llorar con tanta entereza
que el que aprendió a llorar de corazón
y con razón escribo esto, porque me comporté como una cobarde
echándole la culpa al miedo porque siempre llegaba tarde
sin darme cuenta de cada segundo que perdía
de cada mirada vacía que desperdiciamos en balde
nadie señala a nadie, no merece la pena acusar
la gente se ha vuelto demasiado egoísta para mirar
a su alrededor y ver que ya nadie vive por placer
nadie cree merecer lo que tiene, sea bueno o no esta vez.


sábado, 7 de julio de 2012

Hace tres meses y dos días que no escribía...
Menuda locura. Una loca como yo no debería dejar la terapia. Y para mi escribir es una buena terapia.
Al igual que la música.
A veces creo que he perdido la capacidad de escribir en verso, de rimar las cosas y que tengan sentido. Quizás es un plan perverso para decirte cosas que me da miedo nombrar.
Porque las cosas que no te dije no existen.
Pero las que escribí... se que en cierto modo tampoco existen para ti.
olvídalo. ni siquiera yo me entiendo.

Sometimes..

A veces solo necesitamos un pequeño empujón. Quizás es una llamada cuando no la esperas, una serie que te hace recordar como os conocisteis o lo que os mantiene juntos.
A veces es algo imperceptible, algo obvio que pasa frente a tus ojos sin ni siquiera darte cuenta. Pero en ese momento piensas en el. Piensas en lo mucho que lo necesitas y en como sería tu vida si él no estuviera en ella.
A veces querrías que desapareciera para siempre. A veces los pequeños problemas van engordando hasta que piensas que ya no puedes más. Pero ese problema quizás está solo en tu cabeza.
Quizás... Quizás...
Siempre con la misma tontería de las posibilidades improbables.
A veces... Y solo a veces... Te recuerdo...
Porque el resto del tiempo sé que te tengo a mi lado.

miércoles, 4 de abril de 2012

Factory Wings.


Desde que descubrí que las buenas canciones no se hacen en diez minutos de depresión
He tenido que reescribir cada canción
Sentir que el ritmo es más fuerte que yo, que no tengo fuerza suficiente
Para decirte que te quiero solo entre dientes
He sentido más odio que todos vosotros juntos,
odio al amor propio, que es igual que romper tu propio busto
¿Fin de semana? Un parpadeo
Creo que hay noches que deberían durar una vida y no un momento
Mi barrio, mi gente, no son solo topicazos
Con ellos me unen sentimientos, no solo lazos
Serpientes de cascabel haciendo rapel en este papel
Que quizá nadie lo entienda, esta es mi torre de Babel
Que por mucho que lo intente, las alas hay que ganárselas,
y soy una mala perdedora, de aquí a la lapida.

Esperando el avión que no lleva a ninguna parte
Desde que perdí el arte de volar con alas
Y si voy de malas ya es por callarte
Que nunca salió nada bueno de una mujer callada

Por cada flechazo una cicatriz, por algo hay gente que ya no me reconoce
Y que se esconde cuando les grito la verdad a voces
Aprendí que el sexo con amor no es un mito
Desde que le conocí a él, quizá es por el por el que hoy resucito
Por el que me levanto cada día a pesar de todo
Que por mucha mierda que tenga encima, él me sacará del lodo
Reciente como los recuerdos que duelen por mucho tiempo que pase
Aunque el dolor se vista con mil disfraces
Frecuente como mis visitas al burdel de tus ojos
Aunque nada cambie, y sigan rojos.
La perspectiva es un engaño,
la distancia no te hace más pequeño en mi corazón, solo hace daño.
Que por muy lejos que estemos nos unen las nubes
No hace falta ascensor, nuestro amor tiene alas y sube.
Me comeré el orgullo antes de comeros la polla
Porque sé que en fondo os gusta que se me vaya la olla
Y es que empiezo a sentirme una santa entre tanta zorra
Cada día más gente se olvida del amor, porque no cobra.
Pero el sexo, está en boca de muchas, como las pollas.
Que la virginidad no se pierde solo cuando follas.
El orgullo es el pan de cada día, más bien es pan duro
Porque no hay nada más jodido que tragárselo con disimulo
Podréis tener un coche, una Reflex, un chalet, pero yo tengo recuerdos que  no entienden de reset.

Esperando el avión que no lleva a ninguna parte
Desde que perdí el arte de volar con alas
Y si voy de malas ya es por callarte
Que nunca salió nada bueno de una mujer callada


Déjame que sueñe que no voy a despertar
Que no existen relojes que me obliguen a respirar a su compás
Que no hay nadie que me dicte un horario
Que los días y los meses no los rige un calendario

Tengo mi propio diario de aventuras
Quizá no haya magia, o quizá este disfrazada de locura
Lo que no mata engorda, y lo que no engorda, cura
Aunque a veces este vestido de amargura
Cada segundo, cada instante, nunca es suficiente
Si a tu lado el tiempo pasa demasiado rápido, está como ausente
No quiero folios que me dicten un espacio para escribir
Ni sonrisas pintadas, como en un maniquí
Quiero ser libre como un pájaro con alas
Quiero poder volar si a mí me da la gana
Y pensar que quizá no haya nadie que me escuche
Pero que tampoco haya nadie para reprocharme que no luché.
Mi reflejo en tus ojos, no hay mejor espejo
Sentir como el mundo está a nuestro alrededor, aunque estemos lejos.
No es otro día del resto de mi vida
Es otro momento perfecto que pasar en tu compañía
La agresividad no es un defecto, es un mecanismo de advertencia
Después de haber visto todas sus carencias
Que el odio es amor, pintado, pero en esencia
el amor en el fondo es un mecanismo de supervivencia

Déjame que sueñe que no voy a despertar
Que no existen relojes que me obliguen a respirar a su compás
Que no hay nadie que me dicte un horario
Que los días y los meses no los rige un calendario

No tengo sueños desde que duermo con el insomnio
Desde que no aguanto más ser el sueño de otro
Mis manos y mis pies sirven para lo mismo
Para decir, aquí estuve yo, y no otro
Y un logro más es un sueño menos
Una meta que está cada vez más cerca, o menos lejos
Quiero perderme en tus ojos y no encontrar salida.
Y que nadie me siga cuando decida estar perdida.
Vivimos bajo el mismo cielo
¿Por qué distinguimos al malo del bueno?
La gente se mide por el tamaño de su ego
Y yo sigo siendo solo una pieza más en este juego.
No quiero tener rivales ni contrincantes.
Si lo aceptas, el dolor se pierde antes
No quiero pintarme una sonrisa en la cara
El Joker me enseño que esas heridas siempre sangran.

Déjame que sueñe que no voy a despertar
Que no existen relojes que me obliguen a respirar a su compás
Que no hay nadie que me dicte un horario
Que los días y los meses no los rige un calendario

El nombre no hace al hombre, ni su cara, ni sus huellas
Al hombre los forjan los actos que hacen mella
Los pequeños actos que cambian el mundo, o quizá no.
Pero poquito a poquito estamos edificando una excepción.

Especialista en nada, amateur de esta vida insana
Quemando césped hasta que se invento la mariguana
No soy una más en tu lista de conquistas
Que de tantos quistes en el corazón, ya tiene aristas
No me despistas con tus canciones de cuna
Sigo esperando a ese lobo que cantaba a la luna
Y desafino si me pides que te entone mi vida
Y me deprimo si no escribo lo que siento en estas líneas
Nada más que decir, que te voy a contar a ti
Que siempre estuviste ahí dando la cara por nadie, en fin
La vida te da ostias, que no milagros
Si quieres algo rásgate la piel hasta lograrlo
No pienso en ti desde que me diste la espalda aquella vez
Nunca se me dio bien hablarle a una pared
Aunque a veces no vea  diferencia alguna
Entre hablarte a ti o cantarle a la luna
Miradas que no dicen nada, pero cuentas historias
De esas que no saldrán en novelas, solo en tus memorias
Esas que no valdrían para escribir un libro
Porque hoy en día nadie lee, por eso lo recito
Y lo siento si no me explico, lo siento si es un mito,
pero a veces duele más lo que callo que lo que grito
No me pidas que te diga cómo me siento en este preciso momento
Se ve que las palabras se las llevó el viento

El nombre no hace al hombre, ni su cara, ni sus huellas
Al hombre los forjan los actos que hacen mella
Los pequeños saltos que cambian el mundo, o quizá no.
Pero poquito a poquito estamos edificando una excepción.

Déjame que sueñe que no voy a despertar
Que no existen relojes que me obliguen a danzar a su compás
Que no hay nadie que me dicte un horario
Que los años y las vidas no los rige un calendario

Esperando el avión que me lleve a ninguna parte
Desde que perdí el arte de volar con alas
Y si voy de malas es para alejarme
Que nunca salió nada bueno de una mujer…
Shh…